Ya comienzan los eternos días calurosos con persianas
bajadas hasta que el sol se quita y nos permite que el aire entre en casa. Pero
también estamos en época de tormentas de verano.
¡Esto no hay quien lo resista!
¿Y sabéis quienes lo sufren? Los muebles de exterior que
allí fuera permanecen, haga frío o calor.
Si queréis que vuestros muebles duren a vuestro lado, hay
que cuidarlos. Y es que con poquito que hagas, son realmente agradecidos porque
lucen maravillosamente.
Y es de lo que os voy a hablar hoy, de cómo proteger
vuestros muebles de jardín en unos sencillos pasos.
Para ello debéis comprar un protector para muebles de madera
de exterior y una brocha.
También necesitaremos una lija de grano fino.
Lo primero es lijar el mueble para igualar. Sé que lleva un
tiempo, pero has de asegurarte bien de lijar por todas partes. Después limpia
con un trapo húmedo y espera a que seque.
Como podéis observar en las fotos, la silla de la izquierda
está lijada y la de la derecha no. He
querido hacerlo así para que veáis de primera mano el cambio.
Cuando la silla esté completamente seca, comenzamos a
aplicar nuestro barniz protector.
Es importante que escurráis bien la brocha cada vez que apliquéis
el producto para que no os queden marcas. Debéis tener especial cuidado con las
esquinas ya que es la zona donde se acumula el barniz.
Mi consejo es que lo hagáis por partes, primero un lateral,
luego la parte trasera… con mucho mimo y sin olvidaros de ninguna zona.
Esperad, en mi caso cuatro horas, el tiempo indicado por el
fabricante y lijar la pieza.
Si fuera necesario volver a aplicar.
Realmente es necesario proteger nuestros muebles de exterior
pero es que, además, relucen como el primer día tras estos pasos. Así que ya sabéis,
manos a la obra.
¿Os animáis?
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