Hace un par de meses, la empresa constructora Melsanz me
propuso un proyecto de una reforma. Los clientes querían modernizar los baños
del local y adaptarlos a minusválidos.
Cuál fue mi sorpresa cuando supe que el local que requería
una reforma era La Chalana, una sidrería que, aunque en Asturias ya lleva años
afincada, aquí en Madrid apenas lleva un par, pero con tal éxito que siempre
hay que hacer reserva con bastante antelación para los grupos grandes.
En cada proyecto trato los detalles, en base a las
necesidades de los clientes, con sumo cuidado, pero, como asturiana, he acogido
éste con mayor ilusión.