Me encanta mi casa y esas adorables piezas que poco a poco
voy encajando.
Y es que no hay nada mas satisfactorio que estar en armonía
con el hogar. Sin duda, cada estancia tiene su propia personalidad y todo eso
es gracias a la ayuda tanto de las piezas que pueden pasar desapercibidas a primera
vista, como a las llamativas.
Hoy os traigo una de las llamativas, una silla con tapicería
de peluche naranja originaria de Francia en los años 60.