Como ya os había comentado en un post anterior, me encantan
los sofás Chesterfield. Son realmente elegantes y pueden ser muy versátiles a
la hora de utilizarlos en el diseño de interiores. Encajaría a la perfección
tanto en un piso pequeño acentuando la decoración como en un gran salón de una
casa sin desentonar con el resto del mobiliario.
Las estructuras están fabricadas con haya inglesa que ha
sido cuidadosamente secada y procesada para eliminar los defectos que podrían
causar debilidad estructural. Antes de ser tapizados, se coloca una espuma
especial que,
anteriormente han puesto a prueba para comprobar su resistencia,
tal es el proceso que puede resistir perfectamente la quemadura de un
cigarrillo. Todos los productos utilizados para su fabricación son procedentes
del Reino Unido.
Siguiendo el método tradicional para su fabricación los muebles
están creados artesanalmente por eso resultan ser tan especiales, porque el
proceso está supervisado hasta el más mínimo detalle. Por ello cada pieza es
única y se conservan en perfecto estado años después de su adquisición.
Mi favorito es este Prince of wales verde oliva de cuatro
plazas.
¿A vosotros que os parecen?
Creo recordar que mi abuela tenía uno en color negro en el salón, era un gran sofá, pero no lo recuerdo muy cómodo.
ResponderEliminarTambién se podía encontrar en las salas de esperas de despachos y de consultas médicas.
Le daba personalidad y sobriedad a la sala.
Supongo que el elevado precio de los mismos y las tendencias actuales lo han dejado en el olvido.
¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho lo que veo, así que me quedo como seguidora! ¡Qué pena no habernos visto en la Feria, otro día será!
ResponderEliminarMucho ánimo con el blog y un abrazo!