En estos días calurosos a una le apetece mas estar en la
playa sin hacer nada que otra cosa, por desgracia ese placer no lo puedo
disfrutar, de momento, así que me pongo con algo que me gusta y me anima cuando
termino y veo el resultado.
Uno de los rincones que más me gusta de la casa es la cocina,
porque me encanta cocinar y ver como lucen a la vista todas mis tacitas,
cuencos, platos monísimos, vamos, que me vuelvo loca cada vez que paso por
delante de una tienda y veo los diseños tan bonitos que hay.
El frutero ya de por sí era bonito, de madera y con unos
detalles preciosos como la utilización de baldas de rejilla para hacer que el
mueble fuese más abierto.
Y pensé ¿Por qué no destaca? ¿Qué es lo que le hace falta?
Y enseguida me di cuenta y me puse a ello.
¿Qué os parece el resultado?
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