Este es el Thorngrove Manor Hotel, un palacio de cuento de hadas situado en las colinas de la ciudad de Adelaida, al sur de Australia, el cual enamora con tan solo mirarlo, rodeado por hectáreas de árboles y aire fresco, naturaleza en estado puro.
Sus habitaciones mantienen el encanto del castillo, están decoradas con un estilo más propio de la Edad Media, con pinturas y vidrieras que te transportan a otros tiempos. Cenar disfrutando del armonioso sonido del arpa será todo un placer.
Dan ganas de ir ataviados con vestidos largos y corsés o con armaduras de la época y pasear a caballo por sus jardines.
Cada dormitorio es diferente pero todos están engalanado con sumo detalle utilizando elementos que no desentonen con el entorno, como el uso de tapices donde se pueden ver a los siervos moliendo el vino o los grabados decorativos de las paredes.
Las estructuras de las camas están trabajadas en madera y talladas a mano con sumo cuidado, para las colchas y almohadones se han utilizado también unos tonos acordes con la época e incluso han hecho un guiño a la utilización de escudos que representan al reino.
Las imágenes hablan por sí solas.
En mi próximo viaje por Oceanía intentaré visitar este lugar que nos has descubierto. Las zonas nobles son de lo más singular que he visto. Si mi bolsillo me lo permite, pernoctaré en el hotel.
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