Adoro organizar eventos y ser la anfitriona así que cuando
tengo la oportunidad invito a mis amigos a casa. Este año decidimos celebrar Halloween
y fue la excusa perfecta para juntarnos todos y pasar un buen rato.
Me gusta cocinar casi tanto como decorar y en la noche del 31
de octubre pude
sorprender a mis invitados realizando ambas tareas.
A la hora de decorar la casa puedes optar por una decoración
más elegante y adaptarla a tu estilo o convertir tu salón en la casa del terror
sólo hay que echarle imaginación.
Las arañas son todo un clásico y
las puedes colocar por todas partes, desde colgadas de una lámpara, hasta en
los platos que vas a servir, incluso en las flores. También puedes añadir
telarañas por los muebles, aunque yo descarté esta opción por experiencias
pasadas ya que resultó ser un tanto engorro a la hora de limpiar. Para darle
más realismo a la fiesta puedes comprar, en alguna tienda de disfraces claro, imitaciones
de partes del cuerpo aderezadas con un poco de sangre de mentira y colocarlas
por las distintas partes de la casa para sorprender a los invitados o meterlas
dentro de unos tarros a modo de laboratorio siniestro.
En mi caso reutilicé material que
ya tenía de años anteriores que, unidos con la comida, dieron el toque perfecto.
No es necesario que gastes mucho
dinero para organizar una fiesta de Halloween, puedes idear platos temáticos que
acompañen a la decoración.
Y vosotros ¿Lo habéis celebrado?
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