Llevo una temporada que no paro de hacer cosillas por casa y
en esta ocasión he puesto el ojo en las mesillas del dormitorio principal.
Son unas mesillas Malm compradas en IKEA bastante simples.
Realmente nunca me ha gustado pero son muy funcionales dado el tamaño y la
profundidad de sus cajones. Antes de comprar unas nuevas quería agotar todas
las posibilidades para no gastar innecesariamente.
Necesitaba darles un lavado de imagen, un cambio radical
para que, visualmente, no resultase un mueble tan pesado así que me dirigí a
Leroy Merlin a comprar lo necesario.
Al llegar allí fui directa a la sección de pinturas pero con
tanta variedad me sentí bastante perdida y me dejé asesorar. Tras hablarle del material de la mesilla y decirle
que era lo que quería hacer, me recomendó los productos que debía comprar.
Antes de ponernos con la manualidad, debemos cubrir bien el
suelo porque por muy cuidadosos que seamos podemos manchar con la pintura. Una
vez que lo hayamos hecho podremos comenzar.
No os voy a engañar, debéis de tener paciencia porque os
llevará unos días renovar las mesillas pero veréis que el resultado final os
demuestra que el esfuerzo ha merecido la pena.
El primer paso a realizar es la limpieza con un trapo húmedo
del mueble y posteriormente pasar otro diferente para secarlo, es importante
que esté limpio para poder trabajar bien.
Una vez limpiado, aplicamos una capa de imprimación en la
superficie que vamos a pintar. Utilizando este material no es necesario el
lijado de la pieza. Es indispensable esperar un día hasta su completo secado. (De
ahí que os pida paciencia).
Al día siguiente ya podemos comenzar a pintar. Yo he
aplicado dos capas de una pintura azul agua marina. He escogido este color por
darle un poco de vida al dormitorio y porque es un tono que queda realmente
bonito con la madera del cabecero de la cama.
Cuando nuestro mueble esté totalmente seco, os recomiendo
esperar también un día para ello, desconcharemos la pintura con una lija para
darle un aspecto envejecido y que no quede tan perfecto.
Al finalizar este paso, me di cuenta que aún me resultaba un
mueble con unas formas que seguían sin convencerme, pero rápidamente di con la
clave. Como en esta casa no se tira nada y todo se aprovecha, utilicé las
placas sobrantes de aquel mueble Expedit del salón (en el post tenéis la
explicación de la colocación). Medí, recorté y coloqué las placas en la parte
de abajo del mueble para proporcionarle profundidad.
Ahora sólo nos queda colocar los tiradores. Deberéis medir el
cajón para hallar el centro y luego marcar las distancias donde va a ir
colocados los tornillos. Ayudados de una broca realizamos los agujeros.
Colocamos los tornillos de adentro hacia afuera y los
atornillamos a los tiradores.
Y tras días de trabajo por fin tendremos nuestras mesillas
renovadas y sin habernos gastado un dineral en unas nuevas.
¿Qué os parece el resultado final?
¿Te ha gustado el tutorial? Pues no dudes en hacérmelo saber o bien con tu comentario o siguiéndome en alguna de las redes sociales del blog.
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Si tenéis algún tipo de duda en la realización de este
tutorial o necesitáis mi ayuda para arreglar algún mueble, no dudéis en poneros en contacto conmigo en adesignerinside@gmail.com y os
asesoraré encantada.
Una idea fantástica, tengo falta de renovar los muebles de mi habitación, si me animo te copio la idea.
ResponderEliminarBesos
Loli
Claro que si! Y si tienes alguna duda estaré encantada de poder ayudarte.
EliminarBesos,
Andrea.