Una de las cosas que más aprecio en casa es el orden, el
orden pero que tenga sentido, ya que bien necesario es para poder encontrar
todo rápidamente. Y donde más me gusta es en la cocina.
Muchas veces guardamos determinados objetos para que no
estén a la vista pero, cuando son utilizados diariamente es una pérdida de
tiempo.
En mi caso, tenía un par de cajas de fresas guardadas
esperando a que les diese utilidad. No tardé mucho tiempo en verlo claro.
Había algunas cosas a las que necesitaba buscarles rápidamente
un lugar fijo e inamovible. Por una parte, cada vez que quería utiliza el papel
de cocina tenía que coger el rollo entero para poder cortarlo bien. Y por otra,
debido al tamaño del pasillo, es imposible poner un mueble en la entrada, que
es donde normalmente guardo los paquetes de clínex. La solución estaba delante
de mí, tan sencillo como utilizar las cajas para ello.
Lo primero que hice fue pintarlas de un tono blanco.
Luego le añadí un lazo y una cuerda de adorno para que no se viese las marcas de la cajas.
Lo primero que hice fue pintarlas de un tono blanco.
Luego le añadí un lazo y una cuerda de adorno para que no se viese las marcas de la cajas.
Cubrí el fondo
con una caja de cereales para que no manchase nada y luego me dispuse a colocar en cada caja lo que necesitaba.
Después, y para aprovechar bien el espacio, coloqué una caja encima de la otra de tal manera que podía acceder a ambas sin tener que moverlas.
Después, y para aprovechar bien el espacio, coloqué una caja encima de la otra de tal manera que podía acceder a ambas sin tener que moverlas.
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