Para la gente que me conoce no es ninguna sorpresa saber que me encantan los anillos y que nunca salgo de casa sin ponerme uno. El problema es que no tenía un joyero sólo para ellos y a la hora de buscarlos era un auténtico caos y al final siempre terminaba utilizando los mismos.
Así que el otro día al ver en el escaparate de una tienda de manualidades esta caja, no me pude resistir a comprarla. La idea era decorarla yo misma y así os enseñaba el primer DIY del año.