Necesitaba un mueble que se adecuase a mis necesidades pero, a pesar de recorrer muchas tiendas no daba con lo que quería ya que ocupaban demasiado espacio en la habitación pero no entraba casi calzado.
Un día viendo un catálogo de IKEA observé que tenían unas
hormas para zapatos que iban enganchados a un sistema que se podía mover hacia
delante y hacia atrás de tal manera que no ocupaban apenas espacio. La única
pega era que sólo podían ir instaladas en el armario por lo que no me servía.